Divagaciones propias

 
"LA BIBLIA MALIGNA":

   Cerca de dos mil millones de cristianos, repartidos en alguna de las 33.820 denominaciones, iglesias y sectas varias, creen y afirman que la Biblia es la palabra inspirada por Dios, que contiene y expresa su mensaje al hombre de manera eterna e innegable.
   Para no extendernos en demasía con todos y cada uno de los diferentes dogmas que cada una de estas vertientes aplica a sus fieles, vamos a usar como elemento didáctico lo expresado por el catecismo de la iglesia católica, dejando por sentado que en esta cuestión referente a la “inspiración divina” de los textos bíblicos no difiere con ninguna de las otras iglesias en nada que no sea pequeños matices que no desvirtúan la creencia principal de transmisión de la palabra de Dios.
   Bien, en el Concilio Vaticano II, quedo concordado que “ En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que dios quería” (DV 11). Añade además como doctrina oficial que “El antiguo testamento es una parte fundamental de la sagrada escritura de la que no se puede prescindir. Sus libros son divinamente inspirados y conservan un valor permanente, porque la antigua alianza no ha sido revocada” (DV 14).
  Analizando el aporte moral que hace la religión cristiana, y aunque deseasen poder pasar por alto toda la apología que se desprende en el antiguo testamento, su propia dogmática de uso de la palabra divina se lo impide, nos encontramos con ejemplos, historias y leyes divinas que son insoportables y deplorables para la conciencia humana, y que facilitaron y consolidaron durante siglos conductas religiosas que no pueden ser tenidas más que por injustas y discriminatorias, entre las que destacaría la xenofobia o la anulación permanente de los derechos más elementales en las mujeres y los niños.
   Si hacemos un listado de versículos bíblicos que relatan hechos y conductas ajenos a la más mínima conciencia de humanidad y opuestos a cualquier apreciación de cultura que imaginemos, nos encontramos con lo siguiente:
(La primera cifra corresponde al numero (cantidad) de versículos del antiguo testamento, la segunda al nuevo y la tercera al total de versículos en la Biblia)

• Matar/dar muerte violenta 835-271-1106
• Apedrear/lapidar 21-14-35
• Degollar personas 10-4-14
• Acuchillar/pasar a cuchillo 37-0-37
• Matar con espada 4-0-4
• Guerra/batalla/asedio 465-15-480
• Ejercito-soldados 264-39-303
• Entregar dios un ejercito a su pueblo 26-0-26
• Yahvé/dios de ejércitos 163-2-165
• Masacre/exterminio sin supervivientes 224-9-233
• Aniquilación 18-0-18
• Arrasar/destruir vidas 264-0-264
• Armamento vario 473-36-509
• Saqueo/botín de guerra 128-0-128
• Esclavitud 141-3-144
• Venganza 34-3-37
• Desprecio 122-28-150
• Odiar 48-16-64
• Cólera 167-5-172
• Enemigos de dios 325-39-364
• Violación de mujeres 11-0-11
• Mujeres como objetos sexuales 39-0-39
• Mujeres como botín 19-0-19
• Mujeres prostituidas sin su voluntad 9-0-9
• Asesinatos de mujeres y niños inocentes 18-0-18

   Por lo tanto, en la Biblia encontramos como mínimo 4.339 versículos, (de un total de 31.222 que la componen en su totalidad nos da la friolera de un 13,9%) que asumiendo leyes divinas y/o a resultas de órdenes o sucesos inspirados por el mismo dios, son totalmente rechazables. Un volumen de texto tan amplio, equivalente a más de la mitad del nuevo testamento no es más que un catalogo donde el dios cristiano glorifica y premia el engaño, la estafa, el robo, la esclavitud, la traición, la venganza, la violencia, el asesinato, el genocidio, la xenofobia, la denigración de la mujer, la violación, la prostitución, el incesto………
   Un ejemplo más de la humanidad que desprende la Biblia, vamos. Así no nos puede parecer extraño que en el actual catecismo católico se condene la masturbación o la homosexualidad mientras se justifica la pena de muerte y la guerra y se acepta la posibilidad de matar a otro ser humano en defensa del bien común
   Quisiera recomendar la lectura de un par de libros que explican mucho mejor y más ampliamente estos conceptos: “Los pésimos ejemplos de Dios según la Biblia (Autor Pepe Rguez)” y “Dios no es bueno (Autor Bertrand Russell)”.

Gracias por haberme leído. 



 "FUENTES HISTORICAS"

  Hace poco vi un reportaje en el que se emitía un debate entre varios religiosos y ateos. No puedo decir exactamente su titulo, solo recuerdo que era de una cadena de televisión estadounidense y lo visione a través de Youtube, y la verdad es que tanto su calidad de video como de audio eran tan malas que tampoco le di mayor importancia. Sin embargo me quedó un poso de preocupación, uno de los debatientes ateos solo acertó a balbucear ante las afirmaciones de varios creyentes de que la historia tiene pruebas históricas irrefutables sobre la existencia y las obras y milagros de Jesús.
  Sacaron a relucir el innegable hecho de la existencia de miles de manuscritos que nos cuentan la vida y obra del fundador del cristianismo, escritos por autores ajenos a la religión cristiana. La verdad es que yo también hubiera balbuceado ante las afirmaciones que se ofrecían, así que me he puesto en la tarea de investigar este hecho para dilucidar cuanto tiene de verdad histórica.
Creo que mis resultados pueden tener algún valor para cualquiera que se haya preguntado alguna vez si el Jesús del que nos habla el cristianismo tiene el trasfondo histórico real que nos quieren mostrar. Mis conclusiones son las siguientes y espero que puedan interesar a quién se haya preguntado alguna vez al respecto de este tema:

LAS FUENTES NO CRISTIANAS DE LOS SIGLOS I Y II


FLAVIO JOSEFO (historiador romano de origen judío):

En su obra “Antigüedades Judías” (93DC) no habla ni de Pedro ni de Pablo, aunque si hace referencia a Santiago como líder de la iglesia judeocristiana de Jerusalén en el libro XX, 9,1.
Contiene asimismo en el libro XVIII, 3,3 lo que se denomina “testimonio flaviano”, un párrafo que en las traducciones árabes que perduran (integradas en la obra “Historia de mundo” de Agapio de Hierápolis) dice:
En este tiempo existió un hombre de nombre Jesús. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judíos y gentes de otras naciones se convirtieron en discípulos suyos. Los convertidos no le abandonaron. Relataron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Según esto fue quizás el mesías de quien los profetas habían contado maravillas”.
Así es como aparece este párrafo en las traducciones árabes, que son originales del siglo X y muy anteriores a las copias manuscritas más antiguas de la versión griega que contienen interpolaciones cristianas de dudosa credibilidad, tanto por el estilo literario en el que fueron añadidas o manipuladas, como por el hecho de que los primeros teólogos y padres de la Iglesia cristiana si bien tenían que conocer esta obra, su contenido no sería el que nos ha llegado hasta hoy por la versión cristiana, puesto que ninguno de ellos lo uso como referencia o prueba histórica de su afirmación “mesiánica” de Jesús.
De cualquier manera, no le da Flavio Josefo más importancia en su obra que la que le concede a unos cuantos auto-proclamados “mesías” que en la época de la dominación romana surgieron entre los judíos.

MARA BAR-SERAPION (filosofo sirio):

En una carta datada a mediados del siglo II dice:
“¿Qué ventaja obtuvieron los judíos cuando condenaron a muerte a su rey sabio? Después de aquel hecho su reino fue abolido.”
Dejando a un lado que la misma carta es un galimatías, con un contexto literario lleno de errores históricos de bulto sobre Sócrates y Pitágoras, poco valor puede tener esta frase de la que no se puede desprender el menor indicio de que el “rey sabio” fuese Jesús ó que se refiera siquiera a un personaje real o imaginario.

TACITO (historiador romano):

En el libro XV, 44 de su obra “Anales” (115-117 DC), en el contexto de explicar los rumores que corrían por Roma sobre el incendio que la asoló en tiempos de Nerón, dice:
“... a unos hombres aborrecidos por el vulgo por sus excesos, llamados comúnmente cristianos. El autor de este nombre fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido ajusticiado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea....”
Sigue relatando los escarnios que por orden de Nerón se hicieron entre los cristianos, pero esta es la única referencia directa que hace de Jesús y que no deja de ser una mera reseña sobre el personaje que origina una secta religiosa judía.

PLINIO EL JOVEN (cónsul y escritor romano):

Sobre el año 113 DC, escribe una carta al emperador Trajano en la que le pide consejo sobre que hacer con la secta de los cristianos y sólo cita que estos “cantan un himno a Cristo, como si fuese un dios”.

SEUTONIO (historiador romano):

En su obra “Las vidas de los doce césares” (121 DC), hace dos breves referencias a los cristianos citando la persecución de estos por Nerón y en la vida de Claudio narra que este “hizo expulsar de Roma a unos judíos que excitados por un tal Cresto (sic), provocaban turbulencias”

LUCIANO DE SAMOSATA (escritor sirio):

En su obra “Sobre la muerte de Peregrino”, tocó de forma muy secundaria y displicente a los cristianos a los que trata como embaucadores, sin mencionar su nombre dice. “.. aquel hombre a quien siguen adorando, que fue crucificado en Palestina por hacer introducido esta nueva religión en la vida de los hombres…”

FUENTES JUDIAS:

Solamente en el Mishná, del Talmud de Babilonia (70-200 DC), se hace referencia a un tal Yeshua o Yeshu, que practicó la hechicería y la seducción, que tenía cinco discípulos, que comentaba las escrituras al modo de los fariseos y que fue colgado de un madero en víspera de la fiesta de pascua después de haber estado encarcelado 40 días.

Frente a esto también quisiera dar la LISTA DE HISTORIADORES CONTEMPORANEOS DE JESUS que no dicen nada sobre él, ni lo mencionan para nada:


Tito Livio (59AC-17DC) historiador romano

Cayo Valerio Catulo (87AC-54DC) poeta romano
Lucio Anneo Séneca (4AC-65DC) filosofo romano
Filón de Alejandría (20AC-50DC) filósofo judío
Marco Anneo Séneca (54AC-39DC) escritor romano
Plinio el Viejo (23AC-79DC) escritor romano
Décimo Junio Juvenal (55-128DC) poeta romano
Marco Valerio Marcial (40-104DC) poeta romano
Aulo Persio Flaco (34-62DC) poeta romano
Mestria Plutarco (46-120DC) historiador griego
Justo de Tiberia (¿-80DC) historiador galileo
Apolonio de Tiana (04-90DC) filósofo griego
Marco Fabio Quintiliano (39-95DC) retórico romano
Marco Anneo Lucano (39-65DC) poeta romano
Epicteto (55-135DC) filósofo griego
Silio Italico (26-101DC) poeta romano
Publio Papinio Estacio (45-96DC) poeta romano
Claudio Ptolomeo (85-165DC) historiador y matemático griego
Tito Petronio Arbitro (20-66DC) escritor romano
Apiano (95-165DC) historiador griego
Teon de Esmirna (70-125DC) filosofo griego
Valerio Máximo (14-47DC) historiador romano
Marco Veleyo Patérculo (19-41DC) historiador romano
Quinto Qurtis Rufo (24-68DC) historiador romano
Cayo Valerio Flaco (25-90DC) escritor y político romano
Favorinus de Arelata (80-160DC) filósofo romano
Lucio Anne Floro (53-117DC) historiador romano
Fredo (15AC-50DC) escritor romano
Dion Crisóstomo (40-120DC) escritor romano

   Estos son solo los más importantes, digamos los “best-sellets” literarios de la época, lo que hay que dejar muy claro es que tanto los de esta enumeración como los de la lista primera, que si mencionan al menos el nombre de Jesús, NINGUNO, en ningún manuscrito de los dos primeros siglos de esta era, relata o menciona alguna de las “cosas” o “sucesos” extraordinarios que el cristianismo nos relata como acaecidos en la vida de Jesús, y que podemos listar como más importantes:

  • La presencia de una estrella o cometa en la época de su nacimiento y que guió a los reyes magos.
  • Un censo ordenado por Roma en tiempos de Herodes.
  • La matanza de todos los niños menores de dos años de Galilea ordenada por Herodes.
  • El que un judío pudiese concentrar enormes cantidades de gente para predicar sus ideas en una Palestina bajo la ocupación romana.
  • El que una muchedumbre de gente en la mismísima Jerusalén (centro del poder económico y militar romano de la zona), saliese con palmas y cánticos a recibirle como el mesías (que para los judíos era el libertador del yugo opresor romano).
  • El terremoto que nos narran tras su muerte y que desgarra el templo de Jerusalén.
  • .......................


   Podríamos seguir describiendo hechos y acontecimientos extraordinarios que el cristianismo nos da como verídicos e históricos, pero que tenemos que considerar como falsos, cuando resulta que ningún escritor o historiador de la época, ya sean romanos, judíos, griegos o paganos los relatan o los mencionan de alguna manera, y cuando el sentido común nos indica que sucesos de esta índole tan extraordinaria no podrían habérseles pasado por alto.

   Por supuesto he relacionado solamente los autores de los dos primeros siglos. Seguramente existirán miles de manuscritos que glorifiquen y magnifiquen la figura de Jesús y la doctrina del cristianismo, pero siempre serán posteriores a esta época y de nuevo el sentido común nos dicta que, cualquier escrito que narre hechos acontecidos más de 150 años atrás, donde no se puede consultar ni a los coetáneos de esos hechos ni a sus descendientes directos que pudieran darnos una versión directa de los mismos, no tienen valor histórico alguno a la vista de que los historiadores contemporáneos de los hechos que se narran no los reflejan de ninguna de las maneras.

Gracias por haberme leído. 


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